Dormir en un colchón se puede considerar un lujo de nuestros tiempos. Los seres humanos han dejado de dormir directamente en el suelo desde hace miles de años, pero los colchones similares a los de hoy en día tienen sus raíces en el siglo XIX, donde se utilizaban sacos rellenos de materiales naturales. A finales de ese siglo, comenzaron a surgir los primeros colchones de muelles, un privilegio de clases adineradas. Explora con nosotros la historia del colchón en este artículo.
El inicio del descanso sobre hojas
Las primeras pruebas arqueológicas que indican que los humanos dejaron de dormir directamente en el suelo se remontan a aproximadamente 77,000 años atrás. En zonas cálidas se utilizaban montones de hojas y hierbas para crear lechos. En regiones más frías, las tribus recurrían a las pieles de animales para abrigarse, utilizándolas también para cubrir sus lechos primitivos.
Las primeras camas elevadas
Las civilizaciones antiguas, como la egipcia, son reconocidas por haber utilizado las primeras camas elevadas. Las camas de las clases adineradas contaban con una estructura de madera, a menudo con un reposacabezas, y lo que hoy conocemos como somier, que estaba hecho de cuerdas o juncos entrelazados.
Los griegos introdujeron el concepto de colchón tal como lo entendemos hoy en día. Estos colchones consistían en sacos llenos de diferentes materiales como podía ser por ejemplo lana o plumas, lo que les proporcionaba una superficie cómoda. Los romanos, al igual que los griegos, adoptaron estas costumbres y las perfeccionaron, ya que valoraban la comodidad y el lujo en sus dormitorios. Las clases más humildes dormían en el suelo, utilizando colchones de paja o esteras.
Avances restringidos a la aristocracia en la Edad Media
A lo largo de la historia, los avances en comodidad y tecnología han sido principalmente disfrutados por las clases adineradas. Las personas de escasos recursos seguían durmiendo en sacos simples rellenos de paja, heno o lana, a menudo sobre una plataforma de madera, mientras los más acomodados gozaban de colchones rellenos de plumas o plumón. Las camas de la aristocracia eran a menudo grandes y lujosas, adornadas con doseles y columnas de madera.
La producción en masa de colchones y el culto al descanso a partir de 1950
Un momento clave en la evolución del colchón ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se introdujo el colchón de muelles, que incorporaba espirales metálicas organizadas en filas, generalmente conectadas entre sí para ofrecer una superficie más firme. Estos colchones se hicieron populares a principios del siglo XX, cuando comenzaron a fabricarse en grandes cantidades, lo que los hizo más accesibles y sanitarios.
En la década de 1960 se introdujeron las camas de agua en el mercado masivo, a pesar de que ya existían desde principios del siglo XIX para uso en hospitales. En esa misma época, la NASA desarrolló un material revolucionario: la espuma viscoelástica, conocida como memory foam. Originalmente diseñada para mejorar la amortiguación en asientos y proteger a pilotos y pasajeros en caso de accidentes, esta espuma se adaptaba al cuerpo del usuario, distribuyendo el peso de manera uniforme y recuperando su forma original lentamente al quitar la presión. Esto llevó a su creciente popularidad en colchones, alcanzando su auge en los años 90.
Hoy en día, el mercado de colchones se caracteriza por una diversidad e innovación sin precedentes. Los consumidores tienen la opción de elegir entre gran variedad de colchones. Contacta con nosotros si necesitas asesoramiento.
Fuente: matiner.cat