ekki terraza

La terraza, ese rincón olvidado durante los meses más fríos y tan anhelado cuando la primavera se acerca…

Las terrazas de los pisos de las grandes ciudades suelen ser el pequeño oasis de nuestro hogar, un rincón para relajarse, desayunar al aire libre y olvidar el asfalto que des de ese punto se puede atisbar.

Ahora que al fin comenzamos a deshacernos de bufandas de lana y abrigos de piel, abrimos la puerta de la terraza para encontrar que… ¡Horror! Las plantas de las macetas están muertas por las bajas temperaturas, las sillas que adquirimos en el chino se oxidaron, y una capa de polvo ha forrado las baldosas del suelo.

Olvidemos la idea de que las terrazas solo sirven para tender la ropa y acumular cajas de herramientas y hagamos de estos 3, 4 o 12 metros cuadrados la estancia más acogedora de nuestros hogares durante los meses de luz y buen tiempo.

“La terraza ideal debe ser como un salón al aire libre” afirma la interiorista Carmen Rebuelta, editora del blog Nosy Parker y colaboradora en la revista de decoración Muud Magazine. Para ello se recomienda «descontextualizar los espacios”, es decir, emplear elementos que podrían estar dentro de un salón para decorar la terraza: “Candelabros de interior, una lámpara más sofisticada o un pequeño sofá pueden sustituir a los típicos muebles de exterior. Se trata de un recurso que le aportará personalidad a la terraza”, señala..

Miguel García Valcárcel, interiorista del estudio Luis Puerta, recomienda usar muebles de hierro. “La forja vintage es un recurso económico y que viste mucho. Sobre una mesita con un par de sillas podemos poner velas en candelabros o incluso faroles de hierro y cristal y llenarlos de piedrecitas, que se venden en bolsas”, explica.

Algo sobre lo que ambos interioristas están de acuerdo es que una terraza tiene que tener vegetación. “Mucho verde, mucha planta, flor de temporada, macetas, un naranjo, un arce…”, para Miguel cualquier ser vivo vegetal se adapta perfectamente en una terraza, sea cual sea su tamaño o distribución. Carmen va más allá y confiesa: “Si por mí fuera mi terraza sería una auténtica selva».

Pero si la escasez de metros no permite colocar medio vivero en la terraza, siempre podemos contar con el recurso de la decoración. «Mantelería, vajillas y elementos decorativos pueden ser homenaje a la vida tropical. Loros, pájaros, palmeras, limones… Los motivos de flora y fauna son también tendencia en la decoración del hogar. Dan alegría, vida y rompen con los clásicos monocromos”, añade la interiorista de Nosy Parker.

Para vestir el material de los muros, a menudo de ladrillo viejo y sucio, Carmen propone bien adornar la pared con un espejo estilo vintage o empapelar el muro con revestimientos de pared. Si no se dispone de demasiado espacio, “poner un triage para que crezca una enredaera y se tape la pared es un buen truco”, apunta Miguel.

 

Fuente: zoomnews